MAR DEL PLATA.- “Retirarme a fin de año es una posibilidad”, dijo ayer Carlos Tevez que además manifestó estar cansado del revuelo mediático que se armó tras sus suspensión. El 10 de Boca aún no puede jugar en el torneo local pero regresará para el partido de los octavos de la Copa Argentina de hoy a las 21.10 ante Lanús, que tiene todos los condimentos de una final, incluso hasta las declaraciones picantes en la previa.
“Estuve bien expuslado pero los periodistas metieron presión para que me dieran tres fechas”, se quejó el “Apache” ya en “La Feliz”, a horas del partido clave de hoy.
¿Quién iba a decir que este duelo por los octavos de la tantas veces relegada Copa Argentina se transformaría en la picante final que jugarán? Más allá de que las modificaciones para la Libertadores 2017 puedan beneficiar al “Xeneize”, por ahora, ganar la Copa Argentina es su única manera de llegar a jugar ese torneo.
Para el “Granate” no resulta tan importante -en ese sentido- porque ya está clasificado a la Libertadores. Sin embargo, el orgullo propio, la condición de “víctima” en la que se ha puesto su planteles, la presencia de jugadores y entrenadores que vistieron ambas camisetas (Lautaro Acosta y Guillermo Barros Schelotto) le han dado la suficiente importancia e incluso han transformado el partido en una de mini clásico.
“Queremos ganarles el tercer partido al hilo pero todos los partidos son diferentes”, aseguró Jorge Almirón, entrenador de Lanús que viene de dos victorias seguidas sobre Boca. “Si se hubiera jugado en La Plata hubiese sido mejor para el espectáculo. Lógicamente en Mar del Plata vamos a ser visitantes, pero la gente (de Lanús) que vaya al estadio que tenga confianza”, agregó Almirón que se quejó de la sede del partido y del arbitraje, aún antes de que se juegue el duelo.
“Ojalá que no pase nada raro dentro de la cancha”, dijo el DT en referencia al arbitraje de Diego Ceballos en la edición pasada algo a lo que Acosta se sumó: “Por las dudas, hay que abrir el paraguas”. (Especial-DyN)